SIBO: descubre qué causa este trastorno relacionado con el crecimiento de bacterias en el organismo

Tener bacterias en el cuerpo no siempre resulta perjudicial, especialmente si estas se encuentran en el estómago o en el intestino, el inconveniente surge cuando ocurre un aumento de estas bacterias que tienen la capacidad de causarnos daño. Desde la perspectiva digestiva, esto se conoce como SIBO (proliferación bacteriana excesiva). Este trastorno, según Laura Jorge, graduada en Nutrición Humana y Dietética, "el SIBO se define como un trastorno caracterizado por un incremento desmedido de bacterias en el intestino delgado".

Tal y como explica en detalle, «en todo el sistema gastrointestinal existen en mayor o menor medida cierta cantidad de bacterias, lo cual se considera saludable; el problema surge cuando se presenta una multiplicación abrumadora en el intestino delgado (ID), una región del cuerpo que no puede manejar tal sobrecarga».

 

Como consecuencia de esto, según su información, «se desarrolla una incapacidad o alteración en el funcionamiento del intestino y, al mismo tiempo, esta presencia conlleva a un daño en la propia membrana del intestino, así como una modificación en nuestra capacidad de absorber los nutrientes». Este es el concepto de SIBO, un desorden que, a su vez, es el causante de numerosos procesos de mala absorción o intolerancias bastante comunes.

De acuerdo con José María Alberdi, jefe de la unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Moraleja y del Hospital Universitario Virgen del Mar, el SIBO «se origina por un aumento de microorganismos en el intestino delgado. Este último, gracias a los movimientos peristálticos, la presencia de ácido estomacal, la bilis y su separación del colon (que contiene muchas más bacterias) a través de una válvula denominada válvula ileocecal, generalmente alberga un número reducido de bacterias. Cuando uno de estos mecanismos de control falla, aumenta el conteo de bacterias y, como resultado, se incrementa la producción de gas». Además, añade, «esto desencadena la inflamación de las vellosidades del intestino delgado, lo que podría dar lugar a una malabsorción de nutrientes, fomentando así la proliferación de más bacterias».

 

A pesar de la falta de datos específicos sobre la prevalencia del SIBO, «se estima que afecta aproximadamente al 6-15% de la población en general. En pacientes con enfermedades de fondo como la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad celiaca o pacientes que han sido sometidos a cirugía gastrointestinal, la prevalencia puede ascender hasta el 70%», señala Alberdi.

La hinchazón abdominal es uno de los síntomas más comunes de este trastorno, sin embargo, no es el único. Según Jorge, a la hinchazón abdominal se suman otros, tales como «la diarrea y/o constipación, la acumulación de gases, presencia de grasa en las heces o dolor en el abdomen». Estos indicios están relacionados con el ámbito digestivo, aunque también existen otros que no están relacionados con las molestias estomacales, como «la pérdida de cabello, la fragilidad de las uñas y la sequedad cutánea», informa Jorge.

 

En lo que respecta a los factores que pueden ejercer influencia, la especialista en nutrición señala que los más comunes son:

La administración frecuente de antibióticos.

El consumo excesivo de alcohol.

La disminución de la producción de ácido estomacal debido al uso de medicamentos como omeprazol o nexium.

Algunas enfermedades gástricas como la gastritis crónica.

Irregularidades en la motilidad intestinal.

 

Fuentes: