España está dando un paso significativo en la lucha contra el tabaquismo. El Gobierno, liderado por Pedro Sánchez, ha manifestado su firme intención de revisar y fortalecer la actual ley antitabaco. Con el objetivo de proteger la salud pública y reducir las consecuencias negativas del tabaquismo, la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado planes para ampliar los espacios libres de humo en el país.
La revisión de la ley se enmarca dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, desarrollado durante la gestión del anterior ministro de Sanidad, Salvador Illa. Este plan busca endurecer la ley 28/2005 y su actualización de 2010, centrando sus esfuerzos en dos aspectos principales: la ampliación de espacios sin humo y la equiparación de los cigarrillos electrónicos al tabaco tradicional.
Una de las propuestas más destacadas del plan es la prohibición de fumar en vehículos en presencia de menores y embarazadas. Esta medida pretende proteger a los grupos más vulnerables, como los niños y las mujeres embarazadas, de los efectos nocivos del humo del tabaco. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha resaltado que el humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias, de las cuales al menos 250 son nocivas y 70 son cancerígenas. Estas partículas permanecen en el vehículo durante semanas, incluso si se abren las ventanillas.
La iniciativa del Gobierno se alinea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que el 30% de las muertes por tabaquismo pasivo en el mundo se producen en niños. Además, el humo del tabaco incrementa significativamente el riesgo de sufrir cáncer de pulmón en la vida adulta.
Mónica García ha enfatizado la importancia de retomar este plan, destacando que la disminución del tabaquismo es una de las medidas más efectivas para aumentar la calidad y esperanza de vida de la población. Este proyecto cuenta con el apoyo de asociaciones científicas y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).
La medida ha generado un debate en la sociedad, con opiniones divididas entre quienes apoyan la ampliación de los espacios sin humo para mejorar la salud pública y aquellos que argumentan sobre la libertad personal y los derechos de los fumadores. No obstante, el consenso general parece inclinarse hacia la protección de los más vulnerables y la promoción de un ambiente más saludable para todos.
En conclusión, la revisión de la ley antitabaco en España representa un avance significativo en la política de salud pública, poniendo en primer plano la salud y el bienestar de sus ciudadanos, especialmente de los grupos más vulnerables como los menores y las mujeres embarazadas.
Fuentes:
- La Vanguardia
- Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT)