Un reciente estudio dirigido por el doctor Nicholas van As, del Royal Marsden Hospital, una institución británica enfocada en oncología, ha arrojado resultados reveladores. Según el informe, es posible reducir las dosis a un cuarto de lo habitual, indicando que bastarían 5 aplicaciones de radioterapia intensificada, en contraposición a las cerca de 20 que se utilizan comúnmente.
Esto implica que numerosos pacientes podrían recibir radiaciones más potentes (también referidas como radioterapia multihaz) en cada cita médica, pero en menos ocasiones. Los datos señalan que, tras 5 años, el 96% de quienes fueron sometidos a 5 dosis intensificadas se encontraban sin rastros del cáncer, mientras que el 95% que obtuvo al menos 20 dosis convencionales presentó resultados similares.
Las reacciones adversas, como la urgencia de micción, se mantuvieron bajas en ambos conjuntos.
El doctor Nicholas van As comentó que los hallazgos son «excepcionales» para los afectados y suponen una «notable transformación» en la terapia de una patología que se posiciona como el cuarto tipo de cáncer más frecuente a nivel global, según la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica. Van As proyecta que en Reino Unido, alrededor de 8,000 hombres anualmente podrían ser aptos para este enfoque terapéutico, es decir, aquellos con un cáncer de próstata de grado medio no metastásico.
La norma en el Reino Unido consiste en 20 aplicaciones de radioterapia, pero en naciones como EE.UU., el número asciende hasta 40.
Un dato destacado del estudio es que ninguno de los 874 participantes fue sometido a terapia hormonal para inhibir la testosterona, agente implicado en la génesis del cáncer de próstata.
El tratamiento hormonal suele acarrear efectos colaterales como agotamiento severo, oleadas de calor y pérdida del apetito sexual.
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