Dentro de las metas fundamentales de toda asociación científica, es de máxima prioridad llevar el conocimiento médico a la población, afirma Juana Carretero Gómez, quien ostenta la Presidencia de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en el prefacio de Compartir Salud. Esta declaración resume de manera precisa el objetivo central de este recién publicado libro por SEMI, en el cual profesionales han contribuido escribiendo sobre las cincuenta patologías más comunes en la medicina interna, con el propósito de educar a los pacientes en su identificación.
La ejecución de este proyecto ha tenido en consideración a más de cincuenta médicos internistas, de los cuales dos son miembros de la Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI): los doctores Cristina Macía e Ismael Said. Cada uno ha asumido la responsabilidad de redactar un capítulo, centrándose en dos temas distintos: la telemedicina en el caso de Ismael Said y la hepatitis en el caso de la doctora Macía.
“Esta iniciativa surgió de la coordinación entre colegas con el fin de servir de puente entre la medicina y los pacientes. Queríamos un libro comprensible donde se plasmaran las principales patologías que los médicos internistas tratamos”, comenta Cristina Macía. Por esta razón, desde el grupo de coordinación, establecieron contacto con los profesionales del SEMI especializados en estas enfermedades y dolencias para que redactaran, empleando un lenguaje claro, información sobre ellas y sus síntomas.
“A menudo explicamos estas enfermedades a los pacientes en la consulta, por lo que no resultó complicado escribir los capítulos, aunque sí fue un reto traducir un lenguaje tan técnico a un tono más coloquial”, admite. La elección de palabras sencillas, alejadas del léxico médico, persigue que los ciudadanos puedan acceder a la información sin obstáculos y sean capaces de identificar síntomas específicos, permitiéndoles acudir al médico tempranamente si es necesario.
“Este proceso no nos tomó mucho tiempo, ya que cada profesional está escribiendo sobre enfermedades que conoce bien, evitando así la parte de investigación, que sí es consumidora de tiempo”, explica. La idea consistió en tomar nuestros conocimientos y, de alguna manera, traducirlos al lenguaje cotidiano.
Para que este proyecto alcance su propósito, es crucial que la población tome conocimiento de su existencia y sepa cómo acceder a él en caso de necesidad o interés. “Es un libro sin complicaciones y, además, está disponible para descarga gratuita en la página web de SEMI”, subraya Cristina Macía. En última instancia, el único objetivo detrás de cada capítulo es asistir a la ciudadanía en la identificación de síntomas y patologías, de manera que llegar a la gente se convierte en uno de los pasos más relevantes.
No obstante, podría parecer que este libro contradice el llamado de los profesionales a evitar que las personas se autodiagnostiquen. Según la doctora Macía, “no buscamos que los pacientes se autodiagnostiquen, sino que cuando perciban un síntoma que podría ser serio, acudan de inmediato a un profesional, quien realizará su labor. Cuanto antes haya un diagnóstico y tratamiento, mayores serán las probabilidades de que el paciente se recupere”, afirma.
Además, a pesar de que los profesionales no recomiendan buscar información sobre síntomas y enfermedades en internet, es inevitable que las personas lo hagan. “Este trabajo está respaldado por profesionales”, asegura. Por tanto, la persona puede estar segura de que está obteniendo información veraz y no consultando blogs escritos por cualquiera.
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