En el campo de la gastroenterología, un reciente desarrollo destaca la necesidad de avanzar en la detección precoz del cáncer de páncreas, una enfermedad que sigue siendo una gran preocupación en la salud pública. La doctora Ana García García de Paredes, de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), enfatiza la importancia de desarrollar herramientas de detección precisas y seguras para el cáncer de páncreas. Es crucial identificar biomarcadores no invasivos y perfeccionar las tecnologías de imagen para detectar lesiones precancerosas o en fases tempranas, tales como las biopsias líquidas.
El cáncer de páncreas presenta la tasa de supervivencia más baja de todos los cánceres, con menos del 10% de supervivencia a los 5 años. Esto se debe a síntomas inespecíficos que suelen manifestarse en etapas avanzadas de la enfermedad, complicando el diagnóstico temprano. Por esta razón, solo entre el 15% y el 20% de los pacientes son candidatos a cirugía curativa. En España, más de 9.000 personas son diagnosticadas con esta enfermedad cada año, representando el 2,7% de todos los cánceres.
Los síntomas del cáncer de páncreas incluyen pérdida de peso no explicada, dolor abdominal irradiado a la espalda, síntomas digestivos (cambio en el ritmo intestinal, náuseas, vómitos, diarrea), diabetes mellitus de reciente diagnóstico, trombosis venosa profunda, depresión, pancreatitis aguda de etiología no filiada, astenia, entre otros.
Además, se identifican diversos factores de riesgo para el cáncer de páncreas, como el tabaquismo y el alcohol, la obesidad, la diabetes, la pancreatitis crónica, mutaciones genéticas adquiridas, ciertos grupos sanguíneos (A, AB, B), y antecedentes familiares de la enfermedad. Es más común en hombres que en mujeres y el riesgo aumenta con la edad, siendo más frecuente después de los 60 años.
En general, esta patología en sus fases iniciales no produce síntomas, por lo que suele diagnosticarse en etapas avanzadas. La mortalidad es elevada, llegando al 90%. Entre los síntomas que pueden aparecer a medida que avanza el cáncer se encuentran el dolor por la presión de nervios cercanos, ictericia, pérdida de peso, desnutrición y vómitos.
El tratamiento para el cáncer de páncreas incluye cirugía, quimioterapia y, en algunos casos, radioterapia. La elección del tratamiento depende de varios factores como la ubicación del tumor, su tamaño, extensión, si hay ganglios afectados o metástasis, afectación de vasos sanguíneos, la edad del paciente y patologías asociadas. Además de los tratamientos específicos, los pacientes pueden recibir apoyo nutricional, tratamiento para el dolor, terapias para la diabetes y procedimientos quirúrgicos paliativos.
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