Piel sensible o dermatitis atópica, ‘red flags’ para los geles refrescantes

Este verano, entre un periodo de altas temperaturas y otro, la tendencia en las plataformas digitales ha sido un ungüento corporal, que al aplicarlo en el cuerpo, brinda una sensación de frescura. No obstante, este tipo de productos no son del todo adecuados para toda la población, ni tampoco para todas las partes del organismo humano. Desde la especialidad de Dermatología indican que es necesario tener precaución con su uso, especialmente en personas con piel delicada y dermatitis atópica.

«Aún no hemos recibido informes de incidencias en nuestras consultas relacionadas con este tipo de productos», comenta Alejandro Molina, médico especializado en dermatología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada (Andalucía), aunque enfatiza que aquellos con mayor probabilidad de presentar efectos adversos tras su uso son las personas con piel sensible o quienes padecen dermatitis atópica. «Tienen un mayor riesgo de irritación»; añade Molina.

 

No obstante, este gel refrescante no está destinado a ser aplicado en todo el cuerpo. La etiqueta indica que su uso se limita a áreas específicas del cuerpo: pies y piernas, debido a que, como explica Molina, son las zonas que están sometidas a una mayor presión muscular. Aunque el objetivo del gel es relajar los pies, para lo cual incorporan menta, el dermatólogo admite que hay quienes lo utilizan de forma generalizada en todo el cuerpo. Por eso, recalca la importancia de un uso responsable: «Mi recomendación es el sentido común. Es decir, al principio se debe aplicar el producto en una pequeña superficie del cuerpo para evitar una reacción alérgica, y luego se puede extender a otras zonas». Saltarse este paso, advierte, podría resultar en una cierta irritación en la piel.

 

Esperar 3-4 días para observar la reacción del cuerpo

Para evitar cualquier tipo de reacción cutánea, el especialista sugiere probar el producto en los pies o en la parte frontal del antebrazo, ya que son áreas donde suelen hacerse pruebas con algunos productos cutáneos como el maquillaje. Se debe probar durante 3-4 días, y si el individuo no nota ninguna reacción adversa, se puede ampliar su uso en otras zonas, aclara Molina.

 

Incluso si el cuerpo tolera adecuadamente este producto, el dermatólogo recomienda un uso «responsable», sin abusar de él, ya que asegura que es más fácil provocar irritación en la piel al utilizar grandes cantidades del gel. «Cada persona debe usarlo con precaución, empezando con poca cantidad y aumentando gradualmente, para aliviar el calor», concluye.